dimarts, 17 de gener del 2017

LAS AFIRMACIONES

La construcción de lo nuevo

Aprenda a usar afirmaciones positivas tanto al hablar como al pensar. Cualquier enunciado que usted formule es una afirmación, pero con demasiada frecuencia para pensar nos valemos de afirmaciones negativas, que sólo sirven para continuar creando aquello que decimos que no queremos. Con afirmar que su trabajo le enferma no llegará a ninguna parte, pero sí declara que acepta un trabajo nuevo y estupendo abrirá, en su cociencia, los canales necesarios para crear tal situación. Formule continuamente enunciados positivos sobre cómo quiere usted que sea su vida, pero no olvide un punto muy importante: formule siempre sus enunciados en tiempo presente. Diga Soy o Tengo. Nuestra parte subconsciente es un servidor tan obediente que si formula su declaración en tiempo futuro, diciendo Quiero o Tendré... pues ahí será donde siga estando siempre lo que desea: ¡En el futuro, fuera de su alcance!

El proceso de amarse a sí mismo.

No importa cuál sea el problema, el punto principal sobre el que hay que trabajar es amarse a sí mismo.
Esa es la varita mágica que disuelve los problemas. ¿Recuerda las veces que se ha sentido bien consigo mismo y con su vida? ¿Recuerda los momentos en que estaba enamorado, los períodos en que parecía que no tuviese ningún problema? Bueno, pues amándose a sí mismoo consigue hacer aflorar tal caudal de buenos sentimientos y de buena suerte que termina sintiéndose como si bailara en el aire. Amarse a sí mismo es lo que hace que uno se sienta bien.
-¡Pero si yo siempre me he criticado!
-¿Cómo es posible que ese rasgo mío me guste?
-Mis padres o mis maestros siempre me han criticado.
-Entonces, ¿qué motivación tendre?
-Pero está mal que yo haga esas cosas.
-¿Cómo voy a cambiar si no me critico?

Entrenar la mente

Autocríticas como las que anteceden no son más que ejemplos de cómo la mente sigue con su antiguo parloteo. ¿Ve cómo ha entrenado usted a su mente para que censure su actitudes y haga que se resista al cambio? ¡No haga caso de esos pensamientos y siga adelante con el importante trabajo que tiene entre manos! Volvamos a un ejercicio que ya hicimos antes. Mírese en el espejo y diga: Me amo y me acepto exactamente tal como soy.
¿Cómo se siente al decir eso ahora? ¿Le ha resultado un poco más fácil, después de haber trabajado el perdón? Este sigue siendo el principal poblema. La autoaprobación y la aceptación de uno mismo son las claves de los cambios positivos.
En la época en que lo que dominaba en mí era la negación de mí, llegué incluso, en ocasiones, a abofetearme. No sabía lo que era autoaceptarse. Mi creencia en mis propias carencias y limitaciones era más fuerte que cualquier cosa que nadie pudiera decirme en sentido contrario. Si alguien me decía que me quería, mi reacción inmediata era preguntarme por qué era así, ¿qué es lo que puede ver nadie en mí? O la otra idea clásica, de que si esa persona hubiera sabido cómo era yo realmente, por dentro, no me habría amado. Entonces no me daba cuenta de que todo lo bueno empieza por la aceptación de lo que hay dentro de uno mismo, y por el amor a ese ser que es uno mismo. Me llevó mucho tiempo llegar a tener una relación de paz y de amor.

Nuria Rollón
Martes, 17-01-2017

Al principio empecé a buscar con empeño las pequeñas cosas que veía en mí misma y que me parecían "buenas cualidades". Eso me ayudó y mi salud empezó a mejorar. La buena salud -lo mismo que la prosperidad y la autoexpresión creadora- se inicia con el amor a uno mismo. Más adelante aprendí a amarme y a aprobarme en bloque, incluso teniendo en cuenta las características que no me parecían "lo bastante buenas" y fue entonces que empecé realmente a progresar.

Ejercicio: Me acepto y me apruebo

Este ejercicio lo han hecho cientos de personas y sus resultados son estupendos. Durante todo un mes, dígase continuamente "Me acepto y me apruebo".
Hágalo por lo menos trescientas o cuatrocientas veces al día. No, no son demasiadas. Cuando usted se preocupa por algo, vuelve a acordarse de su problema por lo menos otras tantas veces; ahora, deje que la frase "Me acepto y me apruebo" se convierta en un mantra, en algo que usted se dice y se repite interminablemente, casi sin pausa alguna.

LA CONSTRUCCIÓN DE LO NUEVO

La anterior frase es infalibre para hacer aflorar a la conciencia todo lo que uno mantiene sepultado en sus profundidades y que se opone a esta afirmación. Cuando asome un pensamiento negativo como, por ejemplo, "¿cómo puedes aceptarte y aprobarte si eres gordo?" o "¡qué tonta que eres si te crees que eso sirve para algo!" o, simplemente, "eres un inútil" o cualquier otro enunciado negativo, ése es el momento de aumir el control de su mente. No le dé importancia al asunto. Considere esa idea como lo que es -otra manera de hacer que usted continúe viviendo en el pasado- y dígale amablemente al pensamiento: "Tú ya puedes irte que yo, me acepto y me apruebo".
Ya el sólo hecho de pensar en hacer el ejercicio puede traerle a la mente un montón de objeciones: "qué tontería" o "Eso no me parece posible" o "¿Qué es lo que puedo aprobar de mí si estoy haciendo esto?.
Déjelas pasar a todas. Esas ideas no son más que resistencias, que no tienen ningún poder sobre usted, a menos que decida creérselas.
"Me acepto y me apruebo", dígalo tantas veces como pueda. Pase lo que pase, le digan lo que le digan,
le hagan lo que le hagan, usted siga repitiéndoselo. De hecho, cuando pueda decirse eso, sea cual sea la situación en la que se encuentre, sabrá que está creciendo y cambiando.
A menos que se lo concedamos, las ideas no tienen ningún poder sobre nosotros; no son más que sartas de palabras, que no tienen absolutamente ningún significado. El significado se lo damos nosotros. Nosostros decidimos cuál es el significado que vamos a darles. Decidamos, entonces, pensar en cosas que nos ayuden y nos apoyen. Parte de la aceptación de sí mismo reside ne liberarse de las opiniones ajenas. si alguien le dijese "Eres un cerdo de color púrpura", usted se reiría o se fastidiaría. Sería muy improbable que se creyera que eso es verdad. Y, sin embargo, muchas de las cosas que hemos decidido creer acerca de nosotros son tan disparatadas y tan falsas como esa.