dimarts, 31 de gener del 2017

¿ ERES AMABLE CONTIGO MISMO ?

Cada sociedad  tiene sus valores y códigos de cortesia y amabilidad. Nos enseñan desde pequeños a saludar, despedir, agradecer, y ceder el asiento. Pero, ¿practicamos la amabilidad con nuestro cuerpo? ¿Nos movemos cuando éste lo pide? ¿Dejamos de comer cuando el estómago está lleno? ¿Respiramos generosamente al sentirnos ahogados? ¿Sabemos parar cuando nos aceleramos?
Una actitud activa.
La amabilidad es acción, un acto que favorece el bienestar propio y el de los demás. El conjunto cuerpo-mente da continuamente señales de si vamos por el buen camino o no. La cuestión es no solo escuchar estas señales, sino atenderlas.

Cuidarse.
Es un gran logro saber parar y atender al cuerpo cuando avisa de que está cansado, contracturado o dolido. O saber atender a una mente que señala su malestar al percibir una aceleración, consideración, obsesión o agotamiento. Parar y atender son actos de amabilidad y de compasión hacia tu cuerpo y mente.

De dentro a fuera.
Si queremos una sociedad más amable, lo primero es mejorar el trato que nos damos a nosotros mismos. Al estar equilibrados, será más probable que la amabilidad hacia los demás florezca espontáneamente desde el corazón.

Font de la Revista :  CUERPO MENTE                                            NATIVIDAD