dimarts, 24 de març del 2015

LA PRIMAVERA DESPIERTA



Recuerdo que una de las acciones jardineras que más me han impactado en mis visitas a los jardines más famosos del mundo tuvo lugar en un delicioso parque londinense, Regent's´park, bellísimo espacio con una ria que lo atraviesa, puentes de diferentes formas y estilos por doquier, sol que entra abundante por raudales y, como joya preciada, una colección de Ceanothus como no he visto en mi vida.Como sucede en los jardines de influencia atlántica, con clima húmedo y sin grandes picos termométricos, el tapiz lógico y dominante es el césped, ya se trate en finísimas y cuidadisímas praderas sólo para mirar, o en céspedes extensivos, a toda prueba de pisoteos, rústicos aunque perfectos, con una vitalidad envidiable, a pesar de los años. Los ingleses dicen que un césped no es gran cosa hasta que no pasan, por lo menos, cien años. Y tienen razón: el de mi jardín, que cuenta ahora con 25 años, cada emporada me resulta más fácil su mantenimiento, soporta mejor el espaciado de las siegas, no requiere abonados, no se hacen calvas por fallos de riego a no ser  que suceda una gran falta de agua en algun punto.... y no pierde ni un ápice de belleza.
Font: Mi Jardin
Natividat