dimarts, 14 d’octubre del 2014

¿Qué es peor?

¿Pan integral o normal?
Ninguno es peor, pues los dos favorecen la perdida de peso. A pesar de que el normal tiene peor prensa, los últimos estudios aseguran que la inclusión de pan en la dieta de aldelgazamiento no influye en el peso, incluso, según un estudio realizadom por los doctores Serra y Bautista, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: "Su consumo favorece la disminución de peso y el indice de masa corporal".

¿Leer en una tableta o con poca luz?
Peor leer en una tableta. "Existe el mito extendido de que leer en poca luz puede ser nocivo para la vista. Esta teoria no tiene ninguna base cientifica que la demuestre. Otra cosa es que nos fatiguemos antes si leemos con una iluminación deficiente, lo que se traduce en visión borrosa y puede provocarnos dolor de cabeza", asegura el oftalmólogo Carlos Lisa, del Instituto Oftalmologico Fernández Vega, de Oviedo.
Sin embargo, hay estudios que aseguran, por ejemplo, que las personas que leen en tabletas antes de dormir tienen peor calidad de sueño.

¿Qué es peor... en la conducción?
¿Abusar del freno o del embrague?
Pedro Martínez de la Rosa
Peor el embrague. "Ambos son errores de conducción graves, y a un purista como yo le resulta difícil decir cuál de los dos es peor. Las dos son malas prácticas que deben corregirse. Aunque, por un tema de fiabilidad, es más fácil quedarse tirado sin embargue que sin frenos, ya que suelen aguantar más. Mi consejo, para quienes abusen del embrague, es que se compren un coche automático.

¿Dormir poco o demasiado?
Lo óptimo es dormir siete horas, según los expertos. Según el doctor Gonzalo Pin, dela Universidad de Sueño del Hospital Quirón de Valencia: "Es como si nos preguntáramos: ¿Qué es peor: comer muy poco o comer en demasía?. Comer muy poco tiene ci¡onsecuencias a corto plazo (hipoglucemia, irretabilidad, pérdiad de peso y calisdad de vida), mientras que comer demasiado las tiene a medio y largo plazo (obesidad, hipercolesterol, diabetes...). Con el sueño ocurre algo semejante: dormir poco a corto plazo disminuye nuestra capacidad de controlar el humor, aumentan nuestra imprecisión y nuestros errores o accidentes, etc. Mientras que dormir demasiado se ha relacionado con un incremento de la mortalidad a largo plazo".
Efectivamente, según un estudio reciente de la Universidad de California, la gente que duerme entre 6,5 y 7,4 horas tiene una tasa de mortalidad más baja que quienes registran horas de sueño por encima o por debajo de este intervalo.
Sin embargo, termina Pin: "Cada persona tiene en cada etapa de su vida unas determinadas y personales necesidades de sueño. Tanto el exceso como el defecto crónico del sueño tienen consecuencias negativas para nuestra salud y calidad de vida, por lo que cada una deberíamos dormir de manera habitual el número de horas que nuestro organismo nos demande. Para ello será necesario, especialmente en nuestra sociedad, cambiar muchos de nuestros hábitos y horarios".

Vyara desde la revista "Quo"