dimecres, 22 d’octubre del 2014

La reina Sofía, al fin sola En nuestro número de octubre desvelamos la nueva vida de una reina que hoy, como confiesa a sus íntimos, se siente desplazada en el que ha sido su palacio durante 51 años. Por VANITY FAIR | 19 de septiembre de 2014 Etiquetas: Sofía de Grecia - Casa Real - En la revista 9 comentarios 63% 37% "La reina Sofía en una imagen de archivo© Gtresonline Su despacho en Zarzuela y su agenda oficial son ahora los de la reina Letizia. Tras casi cuatro décadas de reinado, doña Sofía encara una de las etapas más inciertas de su vida. Despojada de su papel institucional, con una nostalgia creciente por su Grecia natal y sin la obligación de esconder la difícil relación con don Juan Carlos. Libre y, sobre todo, sola. Tras la abdicación del rey Juan Carlos la vida de la reina Sofía ha dado un vuelco. No encuentra su sitio en Zarzuela, su agenda oficial está por definir, la relación con su marido es cada vez más difícil y se acerca como nunca antes a su familia griega. Cuando el pasado 20 de junio su hijo fue proclamado Rey, doña Sofía abandonó su despacho para cedérselo a la nueva reina. Se mudó a uno mucho más pequeño desde donde escucha el trasiego incesante de personal y cómo los trabajadores preparan la agenda de los nuevos reyes. Una de las personas más próximas a doña Sofía nos revela que ha sido desplazada, “ahora se siente nómada. Su lugar oficial ya no está a su disponibilidad. Es otra vuelta de tuerca para comprobar su resistencia. La vida se le complica más”. “La reina Sofía era partidaria del relevo”. Así nos lo revelaba el año pasado una de las personas del círculo más íntimo del rey Juan Carlos. A punto de cumplir 76 años (lo hará el próximo 2 de noviembre) la reina inicia ahora una nueva etapa que es un interrogante incluso para Zarzuela: “El papel de doña Sofía no está cerrado del todo. Pero será el que dicten el sentido común y la normalidad institucional. La reina es un gran activo y tiene que ser útil a los intereses de la Institución y de los españoles”. Laura Hurtado de Mendoza, su asistente personal durante los últimos 44 años, habla por primera vez y asegura que “ella hará lo que Felipe VI le pida” y que a la reina Sofía “no se le ha llegado a conocer bien. Se ha hablado siempre de su profesionalidad y de su sacrificio, pero va más allá. Tiene un corazón enorme y una gran capacidad de solidarizarse con el sufrimiento de los demás porque ella también sufre. Quizá por la vida que ha vivido”. A la espera de que Zarzuela y su hijo estipulen el papel de su madre, la web de la Casa Real ya ha desplazado a doña Sofía a la última posición en el orden de jerarquía de la Familia Real. Solo ha tenido dos actos oficiales en casi tres meses y debe compartir secretario con don Juan Carlos, con quien su relación es cada vez más fría. En las últimas semanas se ha hablado de divorcio, aunque una persona muy cercana no cree “que se haya planteado en Zarzuela. Y si se ha hecho ella no ha sido informada”. Un hipotético divorcio de los reyes colocaría a doña Sofía en una posición complicada, puesto que, como nos explica Agustín Ruiz Robledo, uno de los más prestigiosos catedráticos de Derecho Constitucional, “si dejase de ser consorte de don Juan Carlos, dejaría también de ser la reina, aunque él podría otorgarle algún otro título nobiliario: duquesa, condesa. Y, además, perdería su aforamiento”. Este desplazamiento de doña Sofía ha hecho que se acerce cada vez más a su familia grie- ga, a la que, junto a su hermana la princesa Irene, visita en algunas ocasiones. Su hermano, el depuesto rey Constantino, y su mujer, Ana María de Grecia, después de casi 50 años de exilio, han emprendido el viaje de regreso al país helénico. Ahora viven en Porto Heli, en el Peloponeso, y en los últimos meses doña Sofía ha estado junto a ellos muchas más veces de las que lo ha hecho en casi cuatro décadas de reinado. La reina Sofía se dedicará previsiblemente a las causas sociales en las que ya estaba involucrada como la ayuda contra la drogadicción o la lucha contra el alzhéimer, así como por la prehistoria o los fenómenos paranormales, la afición más desconocida e insólita. A pesar de ello, su hermana Irene, que habló para Vanity Fair, asegura que la reina: “No se ha jubilado. Trabaja igual que antes, aunque ahora está más serena”.