Desde hace más de cinco años los diferentes hospitalesde Barcelona están investigando una vacuna para que los infectados del SIDA no tengan que tomar medicación a diario y que mantengan bajo control el VIH. Uno de los propósitos ensayados, elaborado con sangre y virus de los propios infectados, ha frenado de forma sorprendente, pero insusficiente, la cantidad de VIH que circula por la sangre de esos individuos.
La efeméride ha sido publicada por la revista científica Journal of infectious Diseases. En el Hospital Clínic es donde se hizo la prueba.
Los receptores de la vacuna terapéuticos fueron 24 pacientes que acababan de conocer su infección por el VIH y aún no habían tomado ningún tratamiento. El proceso fué indivualizado. A cada persona infectada por el virus se le obtuvieron una muestra de sangre, se le separaron los leucocitos, las células inmunológicos que son anuladas por el virus del SIDA. Esos leucocitos fueron tratados y convertidos en células defensivas llamadas dendríticas. De esa misma sangre se extrajo el virus del SIDA y fueron inactivadas sometiéndolas a altas temperaturas. Una vez atenuados, los VIH fueron enfrentados, en probeta, a las células dendríticas elaboradas y la mezcla se inoculó al propietario de la sangre.
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