dimarts, 28 de febrer del 2017

LA LLEGADA AL TALLER

<< Para ver su obra fui llevado en coche a las afueras de la ciudad, no a un estudio con un significado rural
religioso _ como lo fueron Montroig para Miró, Cadaqués para Dalí o Campins para Tàpies _ , sino en el cuello de la salida  de Barcelona hacia el Maresme, donde a ambos lados se distribuyen los bloques de la arquitectura expansiva de los años sesenta del siglo pasado. Allí, armonizados por el urbanismo social de la recuperación demócrata de finales del ochenta _ el dúo Maragall-Bohigas _, se levantaban unos módulos
rematados con el material más pobre de la época de la especulación.
Cuando el artísta lavanto la persiana metálica de unos bajos cualquiera del extrarradio, como quien está a punto de descubrir una colonia de inmigrantes clandestinos ocupados en tareas de producción ilegal de productos falsificados en serie, o como en otros tiempos se escondian imprentas clandestinas de hojas sindicales que de esparcian por las universidades del postmayo; allí, bien al contrario, se guadaba la obra del artista Rosés >>  VICENÇ ALTAIÓ

FONT de la REVISTA ITEGRAL                             NATIVITAT