dimecres, 22 de desembre del 2010

El tió o tronco de Navidad

El tió de Navidad, es un trozo de tronco al que atribuyen virtudes tan sorprendentes como milagrosas. Hace apenas medio siglo, el tió-tizón o leño aún estaba rodeado de bellas ceramonilles y asociado a creencias transmitidas de padres a hijos.

Cuatro décadas atrás, en las zonas rutotes no podía comcebirse una Navidad sin celebrar el ritual de tió.

En la versión actual, el tió ha quedado reducido a un tronco ahuecado o una corteza de alcornoque o una caja de madera-que, tras haber sido convenientemente abrigado con una manta, cortina o trapo en desuso, <<>>.


La ceremonia tradicional del tió
La tradición exige que la ceremonia del tío se celebre después de la cena de la víspera de Navidad.


Una vez elegido un tronco grueso, se llevaba hasta el hogar de leña y se dejaba quemar un poco, acto seguido se apartaba del fuego, se tapaba el tió en un paño grande y se enviaba a los niños de la caza a rezar un oración en otra estancia, ausencia que aprovechaban los mayores para poner dentro de un hueco del tronco o, simplemente, a su lado, oculto por el paño, turrones, frutos secos, dulces diversos, alguna botella de vin0 y juguetes.


Cuando regresaban los criós, armados con un bastón golpeaban el tronco al tiempo que le comenzaban a cantar <Navidad! caga turrones y mea vino blanco.


En cualquer caso, cuando el tronco navideño convertido en brasas, estaba llegando a su fin, se cubría con un ceniza a fin de abugarlo y poder obtener así un trozo de leña carbonizada con la que se atribuía un gran poder como talismán protector.
En los núcleos urbanos mayores, con la llegada de las cocinas de petrolio, primero, y de gas, después, fueron desapareciendo los hogares de leña y, con ellos, la posibilidadde poder quemar el tió, una costumbre que ya sólo se mantubo " en casa de los abuelos"
Con el paso de los años, si bien el tió sobrevivió en muchos hogares, como fiesta infantil.
Hogares y fuegos la honor del nacimiento del sol
Durante el soliticio de invierno, todos los puestos antiguos, adoradores del Sol, festejaban el nacimiento del astro rey mediante grandes hogueras.
Gracias a este nivel, según crecio la humanidad durante milenios, el Sol recuperaba su poder regenerador y la tierra brindaba, un año más.
Vyara