dilluns, 17 d’agost del 2009

politica

José Cavero - Los ritmos de la recesión

15.08.09 | 12:07. Archivado en José Cavero
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MADRID, 14 (OTR/PRESS)

A partir de aquí, el discurso de la oposición, y de muchos economistas y expertos, se centrará en la incapacidad de este Gobierno por sacar al país de la crisis con la velocidad o el ritmo con el que ya parece que empiezan a salir otros países. Incluso sorprende que Cristóbal Montoro no haya hecho ya ese discurso, que en todo caso, no tardaremos en escuchar. Lo cierto es que también la Oposición ha do modulando y recomponiendo su discurso sobre la crisis en estos casi dos años que la llevamos soportando: primero, centró sus críticas en el hecho de que Zapatero y Solbes no hubieran querido enterarse de la existencia misma de la crisis ni adoptaran las correspondientes medidas iniciales para afrontarla.

En segundo lugar, prefirió centra sus críticas en las peculiaridades de la crisis española, como si en otros no se estuviera produciendo con parecida virulencia. Más tarde, abundó en esas críticas al Gobierno socialista por otras dos razones: éramos país récord en parados, y nuestras medidas para combatir la crisis se reducían a aumentar hasta lo insoportable el gasto público como medio para afrontar la crisis y reducir en lo posible su derivación más dolorosa, el paro de casi cuatro millones y medio de parados, sin detenerse en considerar que medidas como las adoptadas aquí, son las mismas que han adoptado, en medida parecida, los restantes países de nuestro entorno.

Ahora se produce lo que muchos expertos previeron: que no somos el país más avanzado a la hora de salir de la crisis, por cuanto ya se han anticipado Francia y Alemania, incluso Portugal y algún otro país de la UE, en registrar valores positivos de crecimiento del producto interior bruto. De manera que ya tenemos otra razón para la crítica de Rajoy y Montoro, apenas reanuden las actividades del Congreso.

Las economías francesa y alemana han registrado tres décimas de PIB positivo en el segundo trimestre, frente a las nueve décimas negativas del PIB español, o el PIB de conjunto de la eurozona, de sólo una décima negativa. Es probable que se nos explique que nuestras peculiaridades nacionales tienen esa clase de reacciones indeseables: la mayor destrucción de puestos de trabajo o los más largos plazos para salir de la crisis. Y volveremos a escuchar el argumento de que esas peculiaridades las rectificaría o mitigaría una adecuada reforma laboral, tal vez, la que plantean la CEOE y un centenar de economistas invitados a opinar en la materia.

En todo caso, quedan unos pocos minutos para que se divulgue la opinión de Rajoy y Montoso sobre el particular.

sole

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