Barcelona y el chocolate tienen una larga historia en común. La situación portuaria de Barcelona favoreció la entrada de productos del Nuevo Mundo. Así, el chocolate cautivó a los europeos de la época por su sabor y valores nutritivos. La primera fábrica de chocolate de Europa se documentó en Barcelona en el año 1780. Ahora, el Museo del Chocolate recoge esta tradición y la presenta en el corazón de la misma ciudad: el antiguo edificio del convento de San Agustín, ubicado en el barrio del Borne.
Los objetivos del museo son desarrollar un proyecto al servicio de la divulgación y la sensibilización de la cultura del chocolate para incrementar su valoración cultural y gastronómica, dar a conocer la tradición chocolatera y pastelera del país y crear un espacio de relación entre la actividad profesional representada por el Gremio de Pastelería y los ciudadanos de Barcelona.
Ámbitos del museo, un espacio dedicado al chocolate
El museo está dispuesto en diferentes espacios que enfocan todos los aspectos relacionados con el chocolate, desde la presentación de los ingredientes básicos, el cacao, y el papel histórico de su comercio hasta su relevancia dentro de nuestra sociedad, tradiciones y costumbres. También reciben especial atención los huevos de Pascua y las típicas Monas artesanales, creadas originariamente en la Ciudad Condal a mediados de este siglo y de las cuales se exponen las muestras más espectaculares, curiosas o atractivas.
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