dijous, 20 de novembre del 2008

LA NIEVE



Cuando era muy pequeña me gustaba mucho la nieve.
Cuando llegaba el invierno me gustaba muchisimo, me ponia contentísima, miraba tras los cristales de mi casa y cuando ya estaba el suelo completamente lleno de nieve, recuerdo que bajabamos abajo a la calle o bién en el patio de mi casa. Lo típico, a tirarnos bolas de nieve o hacer el muñeco de nieve. Conforme pasan los años y me voy haciendo mayor, ya no me gusta nada que nieve. Solo si no tengo que salir de casa. Tengo mucho miedo a caerme y romperme alguna parte del cuerpo. Pero aún mayor he tenido que salir muchas veces de casa, porque no me tocaba más remedio. Me acuerdo que un día tuve que ir al médico y otra vez a buscar la niña al colegio.
Me acuerdo que un día mi padre y yo nos fuímos a Calafell y estaba nevando muchisimo, llegamos a Calafell pero no pudimos volver, estaba el puerto del Ordal cerrado, no se podía pasar ni con cadenas.
También estaba cerrado el paso por Vilafranca del Penedés. Mi padre y yo nos quedamos a dormir dos noches en Calafell, nos apañamos como pudimos. Me acuerdo que no pude ir un año a la comida de Navidad del centro de día por esta razón.
Tambíen me acuerdo, que con el centro de día fuí dos años a la nieve al puerto del compte.
Me lo pasé estupendamente, pero algunos de los compañeros se fueron a caminar, ha hacer una pequeña ruta, se llevaron bolsas de basura y se tiraban como si fueran trineos. Pero yo no me atreví a ir a esta caminata, me lo pasé muy bién quedándome en la misma casa. Observaba los esquiadores y la gente como subían con las telesillas y se tiraban. Luego llegó la hora de la comida comimos todos juntos en la misma caseta y luego ya nos volvimos a casa con un autocar.
Estas son las esperiencias que yo he tenido con la nieve. rosam.al.